Papá Noel Invisible 2016

Ho! Ho! Ho!

¡Buenos y felices días de Navidad!

Espero que os hayáis portado bien y que Papá Noel os haya traído los libros que hayáis pedido. Como no podía ser menos, también se ha dejado caer por aquí para dejarme un par de paquetitos la mar de remonos.

Por segundo año consecutivo, me he apuntado al PNI que organiza Beleth desde su blog Book Eater. En esta ocasión mi Mamá Noel ha sido Laura, de Cientos de miles de historias, que me ha enviado todas estas cositas:

No os voy a engañar, no he podido esperar hasta hoy para abrirlo… de hecho, de todas las chuches que veis sólo quedan un par *ejem*. Pero vamos a verlo todo más de cerca:

Me he debido de portar muy bien, porque Laura no me ha regalado uno sino DOS libros, de los que no podría estar más enamorada ©

1984, de George Orwell y Atados a las estrellas, de Amie Kaufman y Meagan Spooner

Un clásico y una novedad. Tenía un montón de ganas de leerlos ambos, el primero porque es un imprescindible que todavía no me había animado a leer, así que ahora tengo la excusa perfecta para hacerlo; y el segundo porque quería conocer más cosas de Kaufman, ya que me enamoré de Illuminae. La portada me parece preciosa y tiene una pinta irresistible… ¡No puedo esperar a empezarlos!

Y estas son las monerías que venían en el segundo paquete, un montón de marcapáginas (dos magnéticos de gatitos incluidos), chocolatinas y dulces a tutiplén (que en paz descansen), un muñequito de nieve para colgar del árbol, una libretita preciosa, un boli, un lápiz y la postal, que no podía ser más cuqui.

¡Muchísimas gracias Laura, por todos los detallitos! ©

Y también a Beleth por molestarse en preparar, organizar y llevar a cabo todo este tinglado un año más, además de estar pendiente de que todo salga bien y recibamos nuestros regalos. Como participante agradezco mucho la claridad con la que están explicadas todas las normas, porque así, siguiéndolas, es imposible que algo salga mal. Es una iniciativa que me encanta y que ojalá pueda volver a repetir muchas veces más en el futuro.

Por cierto, si queréis ver lo que le regalé a mi “víctima”, no olvidéis pasaros por el blog de Tinuwel.